¿Qué son los juegos previos?

En esencia, los juegos previos son una combinación de actividades sexuales y no sexuales, físicas, emocionales y psicológicas que realizamos con nuestras parejas para sentirnos cerca de ellas. Son esenciales para crear el ambiente sexual adecuado. Generalmente, ocurren justo antes del coito. Sin embargo, pueden ser diferentes para cada persona.

Los juegos previos pueden ser todas las pequeñas acciones e interacciones que tienes con tu pareja entre el tiempo que pasan en la cama. Son las miradas atrevidas, los cumplidos cariñosos, tomarse de la mano al pasear y ayudar a tu pareja a hacer algo cuando te lo pide.

¿Cuál es la importancia del juego previo?

Una encuesta de 2017 a 52 588 personas, cuyo objetivo era identificar las diferencias en la frecuencia de los orgasmos entre las orientaciones sexuales, reveló que "las mujeres eran más propensas a tener orgasmos si su último encuentro sexual incluía besos profundos, estimulación genital manual o sexo oral, además de sexo vaginal". Solo el 65 % de las mujeres heterosexuales encuestadas afirmó que "normalmente-siempre" tenía orgasmos durante un encuentro sexual, en comparación con el 66 % de las mujeres bisexuales y el 86 % de las mujeres lesbianas.

Aunque esto no demuestra exactamente que las mujeres heterosexuales no reciban suficiente atención antes de la penetración, es una prueba más de que prodigarle a su pareja con ella aumenta considerablemente la diversión. Aquí, tres expertos comparten sus mejores consejos e ideas sobre los juegos previos para un encuentro sexual más satisfactorio.

11 tips para mejorar en los juegos previos

1- Amplía tu definición de juego previo. 

¡Incluso lavar un fregadero lleno de sartenes puede llevar a más diversión en la cama! El juego previo ocurre en cada momento de conexión que surge entre tú y tu pareja, desde que te despiertas. Cualquier cosa que impacte nuestra mente tiene el potencial de impactar nuestra vida sexual.  Aunque parezca que no están conectados, ayudar a tu pareja con la ropa u ofrecerte a lavar los platos puede ser lo más útil que puedes hacer para dar paso a la intimidad. Cualquier cosa que le quite algo de trabajo a tu pareja y favorezca su sensación general de relajación, es muy útil a la hora del sexo. 

2- Hazle saber cuánto la deseas. 

Hacerle cumplidos sinceros a tu pareja sexual te hará saber cuánto la aprecias, y eso podría hacerla sentir más sexy incluso antes de que tu ropa toque el suelo. Se sugiere decirle cuánto la deseas y lo hermosa que es. Saber que no solo quieres tener sexo, sino tener sexo con ella, es excitante para muchas mujeres.  Se recomienda hacerle saber que la deseas desde el primer momento elogiando su apariencia, y dejar claro que tu deseo se basa en lo deseable que es. 

3- Pregúntale qué tipo de juego previo le gusta y aprenderás algo. 

Siempre puedes ser mejor amante, pero no lees la mente. Además de prestar atención a sus reacciones, preguntar es la mejor manera de saber qué la motiva. La clave principal para ser excelente en los juegos previos es la comunicación. Muchas parejas asumen que a todas las mujeres les excita el tacto o el juego sexual directo, pero no todas las mujeres lo considerarían su primera opción. 

4- Ayúdala a relajarse y a prepararse para jugar. 

Después de un día estresante lleno de obligaciones (trabajo, hijos, familia, lo que sea), tener intimidad puede ser lo último que tenga en mente. Ayúdala a encontrar un estado mental diferente con una sesión de descompresión sin presión. Si para ella la relajación es un juego previo, ofrecerle un masaje sensual podría excitarla muchísimo. 

5- Susurren cosas dulces al oído. 

Quizás hablar te suene poco erótico, pero puede acercarlos con resultados sorprendentes. Sentirse íntimamente conectados puede ser el juego previo más sexy para algunas mujeres. Una práctica de comunicación donde se comparten honestamente los deseos, los miedos y lo que se ama de la pareja, es considerado por muchas parejas como el mejor juego previo que han probado.

6- Besos: ¡Son un clásico por algo!

¿Recuerdas la primera vez que se besaron? Si es así, sabes que los besos son la prueba de química definitiva y una de las maneras más rápidas de conectar con tu pareja.  Se recomienda una sesión de besos sencillos pero intensos. Bésalos con pasión mientras presionas todo tu cuerpo contra el suyo. Permítete sentir realmente el contacto corporal completo, prestando atención a la presión, las texturas, la temperatura y los contornos de sus cuerpos. 

7- Usa tu boca

Acercar la boca a su piel creará expectación, o intenta lamerla en un punto sensible y respirar aire caliente sobre la superficie resbaladiza que has creado.  Empieza por su clavícula y cambia tus patrones de respiración para experimentar con la temperatura. Una boca bien abierta debería crear aire caliente, y los labios fruncidos pueden crear aire fresco. Desciende por los lados de sus pechos. Juega con sus pezones y debajo de sus pechos. L-e-n-t-o-o es la clave, a menos que te pida que aceleres, y tómate tu tiempo mientras bajas hasta entre sus piernas, sin dejar de usar besos con la respiración para atraer la atención a cada centímetro cuadrado de su cuerpo.

8- Conócela con la palma de tu mano. 

Para aumentar la anticipación, se recomienda usar el dorso de las manos para disminuir la velocidad y aumentar la excitación. No sientas la necesidad de agarrar, amasar ni presionar de inmediato. En su lugar, usa un toque suave como una pluma. 

9- Hazle un trabajo de muslos.  

Usa los dedos, las palmas, la lengua, los juguetes y los labios para deslizar, lamer y besar la parte interna de sus muslos sin sumergirte entre sus piernas. Pasa la boca por sus labios y clítoris para despertar el deseo y hacer que desee más.

10- Intenta "el bolsillo vaginal".

Este método no es muy complejo, pero también se trata de ir despacio, así que vamos a dividirlo en pasos: Coloca la palma de la mano sobre el monte de Venus y dobla los cinco dedos sobre la vulva (la parte dulce de la parte exterior). Presiona contra sus labios vaginales para generar calor. Frota lenta y suavemente en Primero, y luego aumenta el ritmo y la presión siguiendo el ritmo de sus caderas. Empezarán a moverse solas. Pulsa toda tu mano contra ella o haz ondas para variar las sensaciones. Si quiere más estimulación, puedes añadir un vibrador. 

11- Toca cada centímetro de su cuerpo.

Empezando por la cabeza, baja por la espalda, cambiando las caricias, la presión, la humedad y el movimiento por toda la superficie de su piel. Una vez que hayas tocado cada centímetro de su trasero, gírala y bésala, tócala, acaríciala y lame de pies a cabeza por el otro lado antes de sumergirte entre sus piernas. Aunque no tenga un clímax alucinante después (y el buen sexo no se define por conseguirlo), se marchará —o se irá felizmente— sintiéndose sonrojada y venerada. 

12- Prueba todos los juguetes sexuales. 

Un buen vibrador puede llevar la excitación de una mujer de 0 a 100 en cuestión de segundos, y hay muchísimos juguetes emocionantes que las parejas pueden probar juntas antes (y durante) el coito. Incluso pueden excitarse incluso antes de estar en la misma habitación regalándole un vibrador de bragas u otro juguete que una pareja pueda usar mientras la otra lo controla por control remoto o aplicación. Ya sea en un restaurante o en dos habitaciones diferentes de la misma casa, encontrarán conexión e intimidad en esta forma secreta de juego previo.

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¿Qué le sucede a tu cerebro y cuerpo durante los juegos previos?

Estimulación mental

Los juegos previos no son puramente físicos; ayudan a preparar la mente para el sexo. También pueden liberar oxitocina, conocida como la hormona del amor, y reducir los niveles de cortisol (la principal hormona del estrés) en el cuerpo.

Estimulación física

Los juegos previos estimulan el cuerpo y lo preparan para el sexo al aumentar la frecuencia cardíaca y el pulso, y dilatar los vasos sanguíneos en los genitales. Excitan el cuerpo y estimulan las zonas erógenas. También ayudan a aumentar la lubricación, haciendo que el sexo sea más cómodo y placentero.

Estimulación emocional

Los juegos previos ayudan a construir y mantener una conexión emocional con tu pareja. Pueden acercarlos más y aumentar la intimidad. A su vez, esto puede hacer que te sientas más excitado para el sexo.